Por Cristo Leon
Última revisión 26 de octubre de 2025.
Las palabras con las que describimos la ficción no son inocentes. Configuran cómo imaginamos, diseñamos y habitamos mundos que no existen, pero que sentimos reales durante el juego. Dos conceptos centrales en esta discusión provienen de la tradición anglosajona: worldbuilding y secondary world. Ambos han cobrado fuerza en el diseño narrativo y en la teoría del juego de rol, pero presentan retos claros al ser trasladados al español.
Este post aborda cómo esas dificultades de traducción revelan diferencias profundas entre marcos culturales y epistemológicos. Y por qué comprenderlas es fundamental para la teoría y práctica del rol en español.
Worldbuilding: ¿Construir o crear mundos?
En inglés, worldbuilding es un término técnico con más de medio siglo de desarrollo en ciencia ficción, fantasía y Game Studies. No solo describe el resultado final, sino también el proceso sistemático de diseñar geografías, culturas, cosmologías, economías, lenguas y conflictos.
En español, se traduce con frecuencia como:
- Construcción de mundos
- Creación de mundos
- Diseño de mundos (más propio del ámbito lúdico)
Estas opciones funcionan, pero tienden a diluir el matiz procesual y estructural del término original. En español, “crear un mundo” puede sonar casi metafísico; “construir” refuerza la idea de andamiaje y coherencia interna, pero pierde connotaciones narrativas.
En los TTRPG, este matiz importa. Worldbuilding implica:
- Coherencia interna: el mundo debe operar con lógica propia
- Simulación narrativa: el mundo responde a acciones de los jugadores
- Agencia distribuida: la creación puede ser compartida
Por eso es útil mantener el término en inglés en primera mención, seguido de una glosa contextual para audiencias hispanohablantes transdisciplinarias.
Secondary World: cuando lo secundario no es menor
Tolkien utilizó secondary world para describir un mundo ficcional autosuficiente. La subcreación humana produce un universo que genera en los lectores lo que llamó creencia secundaria (secondary belief): la sensación legítima de realidad dentro de los términos de ese mundo.
Las traducciones habituales son:
- Mundo secundario (la más extendida)
- Mundo subcreado (más preciso en contexto tolkieniano)
- Mundo autónomo o autosuficiente (opción explicativa)
El problema surge porque “secundario” en español implica jerarquía y por tanto inferioridad. Pero Tolkien nunca habló de un “segundo nivel menor”, sino de otro nivel ontológico.
Una formulación clarificadora en español podría ser:
Mundo subcreado: un universo autónomo en su coherencia interna, capaz de sostener creencia secundaria. – Cristo Leon, 2025
Los TTRPG se apoyan en este principio: la ficción debe contener su propia verdad para que el juego pueda fluir.
Tabla comparativa.
Esta tabla puede adaptarse como recurso terminológico en artículos académicos y cursos de diseño narrativo.
La importancia para los juegos de rol
El lenguaje que usamos para describir mundos influye en:
- cómo los diseñamos
- cómo los habitamos durante el juego
- cómo los analizamos en investigación
Decir “mundo subcreado” puede fomentar una comprensión más colaborativa y experiencial del universo ficcional. Decir simplemente “mundo secundario” puede desplazar esa atención hacia la jerarquía entre realidad y ficción, en lugar del proceso de construcción compartida.
Por ello, como comunidad hispanohablante de TTRPG, estamos en una oportunidad única:
Consolidar un marco terminológico propio que dialogue con la tradición anglosajona sin quedar subordinado a ella. –Cristo Leon, 2025
Hacia una teoría terminológica del rol en español
Este post forma parte de la serieLenguaje que construye mundos en los juegos de rol.
Parte 1: El lenguaje que teje la experiencia narrativa (plot, trama y debrief)
Parte 2: El lenguaje que crea mundos (worldbuilding y secondary worlds) ← este post
La propuesta es avanzar hacia un léxico transdisciplinario que:
- refleje nuestras prácticas culturales
- habilite el análisis académico en español
- facilite la colaboración con comunidades internacionales
Los mundos que jugamos también son mundos que pensamos.
Y esas palabras merecen ser cuidadosamente tejidas.
